Ir al contenido principal

Avanti popolo, alla riscossa 🚩

 Al contrario que la mayoría de la izquierda reformista y socialdemócrata, no sólo de Italia o España, sino de Europa y el mundo en general, no voy a hacer un relato pesimista acerca de los resultados electorales que han dado la victoria a Georgia Meloni, candidata de la ultraderecha en Italia. Para mí, no debe ser visto como un “fracaso”, sino como una lección, un aprendizaje, una manera de hacer autocrítica desde la izquierda. 

Una izquierda que, al menos en España, pero creo que igualmente en el resto del mundo, se ha olvidado de sus  objetivos principales, éstos eran la defensa de los intereses de la clase trabajadora y la mejora de las condiciones de vida de quienes formamos parte de esta mayoría de la población. 

En España, durante los últimos años, inclusive con la coalición PSOE-UP, la brecha social entre ricos y pobres no ha hecho más que aumentar. Los jóvenes nos encontramos ante un futuro incierto, sin saber muy bien que nos deparará, aunque pinta más bien negro. 

El nuevo gobierno de coalición nos prometió a todos cosas muy buenas desde el principio a cambio de concederles nuestro voto, para, como decían, “contener” el auge de la ultraderecha representada en VOX. De hecho, si todavía se mantiene este acuerdo es bajo el mismo afán, aunque creo que no lo van a poder contener por mucho más tiempo y evitar lo inevitable. A la vista está que la socialdemocracia genera fascismo y reacción, se me ocurren por ejemplo los tiempos de la República de Weimar y la represión del movimiento obrero por medio del grupo paramilitar de los Freikorps en 1918. 

Muchas buenas intenciones, esperanzas e ilusiones de millones de personas que depositaron su papeleta, aquel que llamaron “voto útil” para parar al “fascismo” votando, claro está, alguna de las opciones, PSOE o Unidas Podemos, cuando la realidad es que, votases lo que votases votabas por capitalismo. Incluso en mi propia casa se me llegó a recriminar mi apoyo a la candidatura del PCTE (opción comunista), en lugar de a UP, pues según su parecer, “estaba tirando mi voto”. Se ve, que se han acabado esos tiempos en los que la gente votaba acorde a unos ideales y unas convicciones políticas, y no en base a acumular escaños. 

Igualmente también deberíamos preguntarnos, ¿por qué es tan alto en los últimos años el porcentaje de abstención? ¿No es la abstención, al igual que el voto nulo o en blanco, el síntoma del descontento general con la situación política? Es buena muestra de que el sistema está podrido y mucha gente ya no confía en el voto o en la democracia representativa como herramienta de cambio. 

¿Por qué la izquierda no hace más que perder votos, mientras que la derecha, especialmente aquella en su vertiente más conservadora y nacionalista, no hace más que aumentar apoyos sociales? La gente no cambia de ideas de la noche a la mañana, quienes antes eran de izquierdas y hoy de derechas no lo hacen por casualidad, sino que se encuentran movidos por un clima de crispación, malestar general, cansancio o por sentirse estafados. Decepcionados ante las políticas de una izquierda que ha olvidado a la clase trabajadora y se ha desviado en un camino de políticas identitarias y luchas parciales (ecologismo, feminismo, vegetarianismo, antirracismo..) y de defensa de colectivos minoritarios, como el LGTBIQ, dejando a un lado el discurso histórico de la lucha de clases y la división antagónica del mundo entre “explotadores” y “explotados”, “opresores” y “oprimidos”, defendiendo en cambio causas reformistas, minoritarias, que no pretenden poner en jaque al sistema. 

Bajo el pretexto de: «Marx está muy anticuado» (Manifiesto Comunista, (1848), El Capital, (1881)) nos hemos seguido escudando en la defensa del neoliberalismo más extremo, heredero de Adam Smith en La riqueza de las naciones, (1776).

No obstante, algunos seguimos apoyando a la “izquierda” como concepto abstracto, revolucionaria, defensora del progreso y la igualdad social, la cual, por cierto, no ha hecho más que retroceder a pasos agigantados desde la caída de la URSS en 1991. Quizás seamos unos ingenuos, quizás seamos unos románticos, pero algunos nos negamos a desistir en la vieja idea de que otro mundo es posible, fuera de los parámetros de la sociedad capitalista. 

Lo ocurrido en Italia puede servir de precedente para nuestro país el próximo año de elecciones. Prepárense para unos años de la derecha más conservadora, ni mejor ni peor, otra forma más de gobierno y gestión del capital. Pueden no preocuparse las élites económicas, los grandes banqueros y los empresarios, pues para ellos todo va a seguir exactamente como está, incluso van a poder seguir amasando sus fortunas mientras sigue aumentando la brecha social entre ricos y pobres. Quienes si nos tenemos que preocupar, somos todos aquellos que formamos parte de la mayoría social trabajadora, pues la desigualdad no va a hacer más que aumentar. 

De lo único de lo que nos podemos “alegrar”, es de que, como ciencia que es, la teoría marxista de la lucha de clases pueda ir poco a poco ganando más adeptos, gracias a los golpes de realidad. Eso, o que la gente siga desviándose hacia el discurso xenófobo, nacionalista y ultraliberal, lo cual no beneficia en absoluto. 

Yo estoy más cansado de este supuesto “gobierno de izquierdas” de lo que lo estaba con los gobiernos anteriores del PP. La razón es sencilla, con la derecha en el poder, la defensa de los intereses de las grandes empresas, las privatizaciones, los desahucios y los recortes están a la orden del día. Más grave es que ocurra también en un gobierno que se dice de izquierdas, escondido además bajo la capa de “progreso social” y con una desmovilización total de la izquierda, ¿por qué cómo te vas a oponer a un gobierno de “izquierdas” siendo de izquierdas? 

Quizás; el problema resida en establecer qué consideramos como “izquierda”, si cuatro gobiernos afines al capital que no pretenden trastocarlo, ni una pizca, sino reformarlo con pequeños toques. “Viejos revolucionarios de salón” de Podemos e IU que se burocratizaron a cambio de un sillón en el congreso o cualquier otro cargo. Con esta decadencia en la “izquierda” no me extraña en absoluto el auge de la ultra derecha. Por eso creo y espero que este golpe de realidad pueda servir de lección a esta pseudo izquierda. Una oportunidad única para reconducir el discurso político, antes de que la derecha domine el panorama del espectro político. 

No es un llamado hacia el triunfo de la reacción capitalista, es un llamado hacia la restauración de un partido comunista, que vuelva a poner en primera plana los intereses de los trabajadores de este país y la defensa del socialismo. 

Asistimos a una de las crisis capitalistas más grandes de los últimos años. La recesión ya era grande después de la pandemia y ahora ha aumentado más si cabe con la guerra de Ucrania, consecuencia de la expansión de la OTAN hacia el este. No es casualidad que después de estas crisis cíclicas, que se producen cada cierto tiempo en el capitalismo en un periodo aproximado cada 10-15 años, aumenten las grandes fortunas, pues es en las grandes crisis donde los grandes capitalistas amasan su riqueza a costa de la pauperización de los sectores populares y trabajadores.

Tres noticias que afirman este hecho: (https://www.eleconomista.es/status/noticias/11461247/11/21/Las-grandes-fortunas-de-Espana-se-recuperan-de-la-pandemia-su-riqueza-aumenta-un-17.html

https://cnnespanol.cnn.com/video/nuevos-ricos-millonarios-2021-informe-banco-credit-suisse-redaccion-mexico/

https://www.france24.com/es/econom%C3%ADa-y-tecnolog%C3%ADa/20220117-oxfam-millonarios-pobreza-pandemia-desigualdad

Como izquierda, como defensores del progreso — no entendido a la manera capitalista — y la justicia social, deberíamos aplicarnos el “concepto de autocrítica”, aquel en el que tanto insistía Lenin (1920): «admitiendo francamente un error, averiguando sus razones, analizando las circunstancias que lo originaron y discutiendo a fondo los medios para corregirlo … esa es la marca de un partido serio». (La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo). Deberíamos preguntarnos a nosotros mismos por qué el discurso nacionalista, ultraconservador, xenófobo y anticomunista está haciendo tanta mella entre la población. ¿En qué estamos fallando, cómo acercarnos a la gente sin moderar nuestro discurso? Teoría y praxis, menos discurso patriótico y más lucha de clases en palabras de Karl Marx (Manifiesto Comunista, 1848): «Los obreros no tienen patria. No se les puede arrebatar lo que no poseen. Más, por cuanto el proletariado debe en primer lugar conquistar el poder político, elevarse a la condición de clase nacional, constituirse en nación, todavía es nacional, aunque de ninguna manera en el sentido burgués». 

La derecha gana también adeptos gracias a su política de bajada de impuestos. La socialdemocracia afirma que los impuestos son necesarios para mantener infraestructuras sociales e invertir en sanidad y educación. Afirman que proponer una bajada de impuestos es demagógico, pero es algo posible si por ejemplo se nacionalizan las grandes empresas privadas, antaño propiedad del Estado. De esta manera la recaudación es mayor y la presión fiscal sobre la ciudadanía menor al poseer las arcas más ingresos.

Otra de las polémicas es al respecto de la inmigración ilegal, muy presente en los programas políticos de las formaciones de extrema derecha. Ciertamente, la inmigración irregular lleva consigo problemas de integración y adaptación, además de competencia laboral, nuevos bolsones de pobreza, disminución de los salarios de los trabajadores nativos por la competencia con los migrantes. Se suelen además, formar guetos y suburbios donde abunda la delincuencia y la criminalidad. 

Respecto al teórico euroescepticismo, no es más que teórico, ya que en la práctica el gobierno de Georgia seguirá manteniéndose en la UE y reforzando sobre todo su presencia en la OTAN, como buenos acólitos del imperialismo estadounidense y, como los compañeros de la socialdemocracia y la izquierda europea seguirá suministrando armas al gobierno filofascista de Zelenski. Si acaso, tomará una postura similar a los gobiernos húngaro y polaco, pero sin salirse de la UE, cosa que hoy por hoy parece algo remota para cualquier país europeo. 

La única manera de revertir el discurso nacionalista, es con una oposición comunista frente a los gobiernos de ultraderecha, insistiendo en un discurso más obrerista, más sindical enfocado en las protestas laborales y la mejora de las condiciones de trabajo. Todavía estamos a tiempo, en nuestras manos está. 

«Los comunistas consideran indigno ocultar sus ideas y propósitos. Abiertamente proclaman que sus objetivos solo pueden ser alcanzados derrocando por la violencia todo el orden social existente. Tiemblen, si quieren, las clases dominantes ante la perspectiva de una revolución comunista. Los proletarios no tienen nada que perder en ella, salvo sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar».



Fotograma de la película Novecento (1976)


Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Era Cristo dueño de las ropas que llevaba?

En la película, El nombre de la rosa, encontramos un amplio debate entre los partidarios de una Iglesia rica y ostentadora de amplios poderes y los partidarios de una Iglesia humilde como los franciscanos.   Como ya sabemos Guillermo de Baskerville es un hombre muy culto, sabio, de mente racional y que apoya el avance científico. Moralmente, es comprensivo y tolerante, es un hombre de cierta edad y experiencia  que representa el espíritu científico y humanista. Por lo que parece Guillermo tiene un pasado de herejía del que fue perdonado y por ello ahora pertenece a la orden de los franciscanos, una orden de origen humilde y caritativo que cuestiona el amplio poder del alto clero que acapara todos los privilegios y las riquezas. El debate acontecido en la pelicula es interesante pero antes me gustaría añadir un dato importante que yo, aunque no considero creyente veo necesario mostrar. Durante años la gente ha pensado que Jesús fue pobre debido a ideas religiosas preconceb

La filosofía de: "Abre los ojos"

Estoy escribiendo este artículo mientras escucho Jazz, Jazz que antes no escuchaba pero ahora me está dando el gusanillo este estilo de música desde que vi la película: "Whiplash" me he descargado la banda sonora y ahora estoy que no cago con ella literalmente. En fin cambiando de tema, hace tiempo que vimos esta peli, pero si hay algo que más me sorprendió del filme de Alejandro Amenábar entre otras muchas escenas de la película fue el principio de la película, César levantándose de su cama, arreglándose y cogiendo el coche para salir de casa. Hasta ahi todo el mundo pensaría que todo es normal, pero es entonces cuando el protagonista (Eduardo Noriega),que por cierto sale en el anuncio de la fragancia "Viaje a Ceylan" de Alfonso Domínguez, se despierta de pronto y todo lo anterior había sido soñado. Ya en el mismo principio de la película no están indicando la filosofía en la que está basada, la de Descartes. En la película vemos como en realidad y sueño llega

Sobre la Cumbre Europea y lo que nos viene

 Está teniendo lugar estos días en Granada y el conjunto histórico monumental de la Alhambra, Patrimonio Mundial de la UNESCO, junto con el Generalife y el barrio del Albaicín, la Cumbre europea en la que se celebra la posible adhesión de nuevos miembros a la Unión, como Albania, Bosnia y Herzegovina, Moldavia, Montenegro, Macedonia del Norte, Serbia, Turquía y Ucrania, además de los candidatos potenciales: Georgia y Kosovo. Obviamente, y como no puede ser de otra manera, el tema principal será el de la guerra de Ucrania, aunque también se abordarán otros como el de la inmigración.  Ese es el motivo principal por el cual durante estos días, 4, 5 y 6 de octubre todos los guías turísticos de la Alhambra nos ausentamos de nuestro trabajo ya que el conjunto monumental se halla totalmente cerrado al público, así que podemos aprovechar estos días de descanso. Desde hace unos días en las ciudad ya se han visto coches oficiales como el de la foto con el emblema de la UE y la enseña nacional ju